Santísima Trinidad CIC 261-267 = Del Catecismo de la Iglesia Católica, numerales 261 al 267 El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Encarnación del Hijo de Dios revela que Dios es el Padre eterno y que el Hijo es consubstancial al Padre, es decir, que es él y con él el mismo y único Dios. La misión del Espíritu Santo, enviado por el Padre en nombre del Hijo (cf. Jn 14,26) y por el Hijo -por junto al Padre- (Jn 15,26), revela que él es con ellos el mismo Dios único. -Con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria.- -El Espíritu Santo procede del Padre en cuanto a fuente primera y, por el don eterno de éste al Hijo, procede del Padre y del Hijo en comunión- (S. Agustín, Trin. 15, 26, 47). Por la gracia del bautismo -en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo- somos llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad, aquí abajo en la oscuridad de la fe y, después de la muerte, en la luz eterna (cf. Pablo VI , SPF 9). -La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la Trinidad y la Trinidad en unidad, no confundiendo las Personas, ni separando las substancias; una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria, coeterna la majestad- (Symbolum -Quicumque-). Las personas divinas, inseparables en su ser, son también inseparables en su obrar. Pero en la única operación divina cada una manifiesta lo que le es propio en la Trinidad, sobre todo en las misiones divinas de la Encarnación del Hijo y del Don del Espíritu Santo. -------------------------------------------------------------------------------- Citas Bíblicas: -Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna- (Jn 3,16); leerla con su contexto. -Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre… Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho- (Jn 14,15.26); leerla con su contexto.