Alejandro bendiciones. En efecto Cristo no negó a nadie estar junto a él, de hecho, gustaba más de los pecadores, pero no para justificarlos sino para transformarlos. No tiene nada que ver con el tomar la eucaristía que presupone un ESTADO DE GRACIA.
Además lo que te falta de las historias que mencionas es:
1. A la mujer adultera le dijo VETE Y NO PEQUES MáS.
2. A la samaritana le dijo -Ve a llamar a tu marido- (sabiendo la vida de la samaritana) a lo cual ella contesta -no tengo- y el le dice: -Tienes razón, que no tienes marido: has tenido ya cinco, Y EL DE AHORA NO ES TU MARIDO. En eso has dicho la verdad- lo cual configura la denuncia de su pecado.
3. Y que hizo el recaudador de impuestos? No devolvió acaso lo injustamente tributado y sus bienes a los pobres?
Como ves, la lectura que haces a las escrituras es sesgada y para nada tiene que ver con la Santísima Comunión (común unión con Cristo). Mira además como justo después de la consagración del pan en San Lucas 22, 21 dice el Señor -Y con todo esto sepan que la mano del que me traiciona está aquí conmigo sobre la mesa.- Como quien dice, ni para que comió !!! sabiendo además la importancia y significado de la fracción del pan para los judíos.
Los pasos simplificados para recibirle son (y mira que son igualitas al evangelio):
Reconocer el pecado y recibir el perdón --- = No volver a pecar ----- = Justificarse arrepentido ante Dios en el sacrificio de Cristo y lavarse en su sangre (comer y beber de él).
Por el contrario de lo expuesto, la persona que vive en concubinato, o no tiene la concepción de su pecado o no tiene la intención de arrepentirse y bien claro es el Señor cuando dice: -No todo el que me dice -¿Señor, Señor!- entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos-. Mt 7, 21
Tomar la eucaristía, cuando se está en pecado mortal indica en la persona una presunción de salvación sin enmendar la mala vida (y entender de ella un recurso fácil para llegar al cielo) lo cual configura un -Pecado contra el Espíritu Santo- lo cual es gravísimo puesto que implica que no recibe el perdón póstumo de sus pecados.
Y finalmente para aclararlo en la Teología, en la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios leemos:
Quíen coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Pues quien come y bebe sin discemir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación.- (11,27-29).
BENDICIONES EN EL AMOR DE CRISTO JESúS.