Fernando,
Son en definitivas lo mismo.
Solo aplicando -fiel difunto- (en confianza de salvación) en el funeral de un bautizado tratando de hablar del muerto, podría haber imprecisión pues no conoce el destino preciso del alma del que está allí.
Si se supiera en el Cielo se le diría directamente Santo, en el Purgatorio purgante o en el Infierno condenado. Quién fue -fiel difunto- ? Solo Dios sabe.
Al que nosotros llamamos en su funeral -un fiel difunto- bien podría estar:
* en el Cielo, si murió en santidad, y no requiere de oración.
* en el purgatorio ( Es salva y algún día ira al Cielo) Requiere de preparación para alcanzar la gloria.
¿Quién está allá? No sabemos. Por esto, por todo difunto se ora, se hace un novenario, se ofrece una misa, una obra de caridad, etc de manera indefinida.
No obstante, si alguien fue infiel va al infierno pues su fe y obra estaban muertas a los ojos de Dios. Muriendo privado voluntariamente de la gracia la oración no le sirve. Dios nos libre de tal cosa.
Ya cuando se aplica entonces EN ORACIóN, el término -fiel difunto- hace referencia clara a las almas del purgatorio pues solo a ellas les aprovecha.
Alma del purgatorio define específicamente a aquella que habiendo alcanzado la salvación está indebidamente preparada al momento de la muerte del cuerpo para ingresar a la morada del altísimo donde todo es perfecto (Apocalipsis 21,27) y por ello, va a una purificación en este estado de gracia donde también obra misteriosamente la gracia de Jesucristo y la oración de la Iglesia. Cabe decir que allí hay dolor espiritual, pues se esta privado temporalmente de la presencia del Altísimo.
BENDICIONES